El Autor

Ángel Utrillas Novella nació en Teruel el día 28 de Agosto de 1964, su signo zodiacal, por lo tanto, es Virgo.
Estudió en el colegio nacional Ensanche y después en el instituto Ibáñez Martín también de Teruel.
Tras desarrollar diversos trabajos en Teruel se desplazó a Madrid donde comenzó su actual profesión en el sector de seguridad privada.
Este trabajo le permitió compaginar su vida laboral con los estudios y preparación de oposiciones y en la actualidad le permite dedicar algún tiempo, aunque no demasiado, a su gran pasión, la literatura.
En la actualidad reside en Valdemoro.
Comenzó a escribir novelas en 1999 y algo defraudado por las dificultades para publicar, además de desbordado por su actividad laboral y sindical, dejó durante un tiempo de escribir, sin embargo el gusanillo resucitó y recuperó su afición para no dejarla más.
En la actualidad cuenta con doce obras publicadas, siendo «Sangre sobre lienzo» su último libro.

Ángel nos cuenta curiosidades…

¿Quién soy? Soy un escritor desconocido, valga la redundancia, aunque prefiero denominarme contador de historias o simplemente novelista.
Mi nombre es Ángel Utrillas Novella y nací en Teruel, cursé estudios en el instituto Ibáñez Martín, donde a pesar de no aprobar prácticamente ninguna asignatura, mis profesores consiguieron inculcarme amor por la historia y pasión por la literatura. Si mis maestros de entonces, a quienes recuerdo con una mezcla de cariño y nostalgia, leyeran alguna de mis novelas, les resultaría muy difícil, por no decir imposible, reconocer en mí a aquel mal estudiante que prefería jugar a baloncesto antes que asistir a clase.
Con el paso de los años y por circunstancias de la vida sentí la necesidad de abandonar mi ciudad natal casi con la misma fuerza que hoy siento la urgencia de regresar a ella; y así fue como por el amor de una madrileña y también por motivos laborales, me trasladé a vivir a la capital del reino. Comencé así a trabajar en el sector de la seguridad privada en el cual continuo en la actualidad, mi trabajo me conduce casi a diario a vivir anécdotas que me proporcionan abundante material literario. Compagino esta profesión con la práctica de algún deporte y la afición a escribir, tratando de que entre obligación y devoción todavía me reste tiempo de disfrutar con la familia.
Creo que escribo desde siempre, desde que aprendí a hacerlo de manera más o menos legible. Comencé escribiendo extensos resúmenes para poder memorizar las lecciones; conseguí que alguna profesora caritativa me felicitara por algún ejercicio de redacción en mi época de adolescencia; cuando la belleza de alguna compañera me cautivó, escribí poesías de las de antaño, con estricta métrica y rima en consonante; cuando fue la música la que me enganchó, escribí canciones cuya letra todavía en ocasiones asalta mis recuerdos; luego pasé al genero de terror y terminé algunos cuentos y relatos breves más apasionados que apasionantes, para desembocar, tras un cambio de estilo radical, en mi actual versión de mezclador de ilusiones y realidades.

Siempre escribo sobre sucesos reales, por eso todas mis obras tienen siempre un trasfondo histórico y una labor más o menos importante de investigación, y no obstante, me declaro incapaz de resistir la tentación de incluir siempre algo de ficción en mis relatos, de introducir un sueño romántico, optimista, algún ingrediente que certifique mi condición de embaucador y loco inventor de cuentos; después, en las manos del lector quedará, como siempre, la tarea de aislar la realidad de la ficción, o simplemente aceptar con candidez todo como realidad, o con suspicacia juzgar la totalidad como ficción; pues, como ya se sabe, en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.
Mi primera novela está escrita con el seudónimo Gueje. Así me denominan mis amistades en mi ciudad natal. Sin embargo diré que en ésta usé seudónimo como homenaje a mi tierra, a mis amigos, sobre todo a los ya desaparecidos que me conocían por ese apelativo. Es circunstancial que Silbando en la oscuridad lo rubrique Gueje, mi segunda publicación la firmo con mi nombre y apellidos, es hora de rendir homenaje a mi familia, de todos modos Ángel y Gueje siguen siendo la misma persona.
Este personaje soy yo y este es el papel que he elegido interpretar en el teatro de la vida, el de novelista desconocido con aspiraciones a escritor popular, y sólo a ti, hipotético lector, te corresponde ahora juzgar, siquiera con una pizca de vehemencia, la ventura o desventura que merece correr este humilde contador de historias.